6.20.2008

Arran del que ha aprovat el PE (Parlament Europeu)


sobre la IMMIGRACIÓ vull dir que hi estic totalment en desacord. Les persones tenen drets (i no són culpables d'haver nascut en una altra part del món). Ja sabeu allò que els amics es trien i la família no. Doncs sembla que aquestes ments no ho tenen massa clar. Ahir podíem llegir a EL PAÍS dues cartes al director. La primera sobre el recent acord aprovat al PE. I la segona sobre què fer arran del NO d'Irlanda. Ací les teniu.

Ojalá tengan que emigrar...


JUAN LUIS URCHEGUI LASARTE - San Sebastián
EL PAÍS - Opinión - 19-06-2008

Ojalá que, ya sea por persecución política o por necesidad económica, tengáis que emigrar. Ojalá que os veáis obligados a abandonar vuestra tierra. Ojalá que tengáis que buscar acogida y oportunidades en un país que no es el vuestro. Ojalá que encontréis a vuestra llegada un centro de internamiento. Ojalá que os resulte casi imposible encontrar un trabajo con contrato y Seguridad Social. Ojalá que os miren con malas caras en muchos lugares. Ojalá que se aprovechen de vosotros mientras trabajáis como animales. Ojalá llegue el día en que, quienes habéis votado en Bruselas a favor de una ley despreciable, sufráis en vuestras carnes la explotación y el ninguneo. Ojalá.


¡Viva Irlanda!




DAVID CARAMÉS MONJE - Getafe, Madrid


EL PAÍS - Opinión - 19-06-2008

¿Por qué nos extrañamos del no irlandés al Tratado de Lisboa? Veamos algunas de las posibles razones:

Últimas propuestas de "nuestros representantes europeos": 1. Permitir la jornada de 65 horas. 2. Autorizar que las compañías telefónicas puedan cobrar las llamadas a quien las recibe (además de al que las hace). 3. Aumentar el periodo de retención de los inmigrantes a 18 meses. 4. Crear un nuevo impuesto al transporte por el cruce de fronteras. Por otro lado, "nuestro jefe del Banco Central" nos sigue apretando con los tipos de interés. Si tenemos en cuenta que por lo poco que sabemos estos "representantes" tienen unos sueldos más que respetables y que en más de una ocasión hemos visto los asientos de "nuestro Parlamento Europeo" casi vacíos. Si tomamos además en consideración que cuando protestamos, "nuestros políticos locales" argumentan que la mayoría de decisiones no dependen de ellos sino de "Europa" y que, por otro lado, nuestras quejas difícilmente van a presionar a nuestros representantes europeos, cómodamente sentados a cientos de kilómetros de distancia de nuestras protestas, ¿de que nos extrañamos? ¡Viva Irlanda.