7.10.2008

AVUI US DEIXE UN ARTICLE DE N'ESPIRO FREIRE'EN


(de PÚBLICO. Ací el teniu. Paga la pena de llegir-ho si no ho havíeu fet encara...

Los alumnos españoles leen mal. Peor, según el informe PISA, que hace cuatro años, y no estaba entonces la cosa como para lanzar cohetes. No consiguen tampoco resultados brillantes en ciencias, ni en matemáticas.
No hacía falta que la OCDE nos lo dijera. Desde hace años la mayoría de los comentarios que recibimos escritores y periodistas delatan que los autores de los mismos no han leído con atención el texto. Independientemente de que sean elogiosos o feroces críticas, pasan por alto datos, resbalan sobre la ironía sin comprenderla, y no lo relacionan con hechos concretos. En la lectura prima la impresión subjetiva, y se desecha con rapidez lo que no se comprende al primer vistazo: vocabulario, sintaxis o conceptos. Como en la prensa amarilla, importan los titulares, no contenidos.
Con una incoherencia indigna de su puesto, la ministra de Educación ha matizado parte de los resultados y responsabilizado de ellos a la sociedad en general, y muy en concreto al bajo nivel cultural de los padres. Aunque del interés de los adultos por la cultura podía hablarse, y mucho, no resulta admisible esa explicación absurda: nunca los padres de los alumnos españoles han estado más preparados, nunca ha existido un nivel de alfabetización mayor, ni un número más alto de padres universitarios. Ni más libros en casas y aulas, más música, información o estímulos.
El sistema educativo es el que hace aguas. El sector de alumnos brillantes triunfará por encima de cualquier método. Pero la mayoría flaquea. Se han eliminado los dictados. Los sistemas de escritura y lectura incluyen tan tarde la importancia de la acentuación y la ortografía que muchos niños no la incorporan jamás. Muchos institutos han renunciado a la literatura a favor de la lengua, pero el problema se da antes: en primaria.
Los niños no leen bien, sencillamente, porque no leen. No redactan. O mejor dicho, sí lo hacen (Internet rebosa de textos juveniles), pero no bajo la supervisión formal de profesores. Urge revisar los planes de estudios, como hace tiempo que reclaman los profesores. A la sociedad ya le daremos brillo luego.

Espido Freire )6 de desembre)